Sobre las temáticas repugantes en la literatura.

Ando releyendo uno de los libros de la afamada saga de George R. R. Martin. Tenía muy buenos recuerdos de esta lectura, la narración fluida y la habilidad en el desarrollo de los personajes me habían cautivado. Comencé a leer con mucho entusiasmo y volví a caer maravillada.

Fue entonces cuando comenzaron a aparecer las escenas de violaciones.

Recordaba bien la crudeza característica de la saga, nunca había tenido problemas con eso. Es más, el realismo en la literatura fantástica fue una de las cosas que me habían fascinado. Pero cuando llegué a una porción del libro en donde en cada capítulo se mencionaban violaciones de forma demasiado explícita comencé a sentirme muy, muuuy incómoda. Incómoda al punto en que dejé de disfrutar su lectura y decidí pausarla por un tiempo.

Cuando cerré el libro con un regusto amargo, comencé a preguntarme: ¿acaso que traten un tema tan repugnante hace que estos libros sean peores de lo que recordaba?

Y me dije... No.

Tomemos otro ejemplo. Veamos... Lolita, de Nabokov. Más sutil en la explicitación pero abordando una temática fuerte por cientos de páginas: pura pederastia, con una porción de incesto. Temas inmorales, controversiales, incómodos, repugnantes. Y un libro hermosamente escrito. Por momentos te ves obligado a detenerte y preguntarte qué estás haciendo con tu vida. Quizá incluso por un instante la bella narrativa de Nabokov te haga cuestionar tus propios principios. Hay calidad literaria entre esas tapas, podés sentirlo. Pero que un autor con tal talento aborde una temática tan desagradable ¿lo hace peor escritor? Y el mismo tema solamente ¿hace de Lolita un mal libro?

Y digo que no.

El caso es que más allá de la calidad literaria, son temas incómodos que probablemente hieran la sensibilidad de alguno. Y hay gente muy sensible hacia ciertas temáticas. Pero es diferente tratar un tema de ese peso con un talento del todo pobre a hacerlo con mayor maestría. No se es buen o mal escritor por presentar una violación o sexo pederasta o lo que sea, pero se es buen escritor cuando a pesar de la temática desagradable el lector puede apreciar esa calidad literaria, cuando la forma de su presentación (más allá de ser vulgar o no) suma y es coherente.

Me queda preguntarme cuál es el punto en el que el tema repugnante llega demasiado lejos. Existen libros literarios con intenciones sectarias al odio hacia ciertos sectores de la sociedad. ¿Esos son malos libros por su temática, meramente? Mi parte moral dice que sí. Otra porción de mí dice que no lo sabe. Creo que aún no lo he descubierto.

Por ahora, quisiera sostener que en una crítica literaria no debería importar la temática del libro en sí: lo que importa es la forma en que se la aborda y desarrolla. El talento de un escritor no se traduce en la moralidad de su escritura, sino que en ello influyen factores netamente literarios: se puede tener la temática más aburrida de la historia pero el talento del escritor podrá hacer que su lectura se convierta en una gran experiencia.

Después de todo, quiero pensar que Oscar Wilde sigue teniendo razón: "Books are well written, or badly written. That is all".


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