Reseña de "Madame Bovary", de Gustave Flaubert



Título: Madame Bovary
Autor: Flaubert, Gustave
Idioma original: francés
Traductor: Armiño, Mauro
Editorial: Penguin
Año: 2015 (1857)
Nº de páginas: 386


"La novela más conocida de Gustave Flaubert y una de las grandes obras de la literatura universal nos acerca a la historia de Emma Rouault, una joven de origen campesino y huérfana de madre que contrae matrimonio con el médico Charles Bovary. El afán por ser la protagonista de una vida romántica presidida por el amor -ambición que su marido no puede satisfacer- será la perdición de la ingenua muchacha, que buscará por todos los medios, con aventuras y con amantes, escapar al tedio, la monotonía y la exasperación que se han apoderado de su vida".



Madame Bovary es un libro dividido en tres partes cuyo centro es la vida de Emma tras haberse casado. La historia salió a la luz como capítulos por entregas de la revista "Revue de Paris", la forma en la que aparentemente se acostumbraba a publicar las novelas en Francia por ese entonces. Meses después, se salió a la luz en formato de libro. Se trata de una de las obras más importantes del género de la novela, siendo su autor uno de los más destacados del realismo como movimiento.
Leí este libro por primera vez meses atrás de un ejemplar que saqué de la biblioteca en la edición TusQuets. Al libro que tengo ahora lo compré hace poco, consiguiéndolo en la edición de Penguin Clásicos con un traductor diferente. Sin haberlo leído todavía no puedo decir nada sobre las diferencias entre traducciones.

Madame Bovary no es una historia de amor. Sí, hay amoríos, palabras románticas y descripciones preciosas de situaciones y emociones hasta enternecedoras. A pesar de ello el centro de la novela no es el amor. Puede ser una novela de vanidad, materialismo, vida burguesa, pero no de amor. Aclaro esto porque no puedo dejar de escuchar comentarios de ese estilo a raíz de la última adaptación cinematográfica.


RESEÑA y ANÁLISIS


Siendo alguien del siglo XXI sin una base en la historia de la Francia de mediados del siglo XIX no voy a pretender dar un análisis de la obra en su contexto histórico y social. En cambio, pienso concentrar mi opinión de este libro en la escritura y su protagonista, los puntos más fuertes de la novela desde mi punto de vista como lector de la actualidad.

Por lo que fui escuchando en general, Madame Bovary parece ser una obra que amas u odias. El motivo en la mayoría de los casos es la protagonista. Emma puede resultar un personaje o muy humano o casi caricaturesco dependiendo de quien la lea. Una joven que ama las novelas románticas y anhela sentir el mismo amor insaciable que sus irreales protagonistas. Es el paralelo de quienes crecieron viendo películas de Disney y comedias o novelas románticas, dándole una forma mental a lo que es el amor ideal. 

Sin embargo, las personas en general terminan aprendiendo a adaptarse a la realidad alejada de su concepción romántica. La diferencia es que Emma no cree que exista otro amor más que ese misterioso y fantástico del que aprendió en los libros, lleno de poesía, emociones volátiles y extravagancia. Era en ese tipo de pasión donde ella, luego del aburrimiento que era su vida, esperaba encontrar la verdadera felicidad.
Antes de casarse, ella había creído estar enamorada; pero como la dicha que debía resultar de ese amor no llegó, pensaba que tenía que haberse equivocado. Intentaba saber qué se entendía exactamente en la vida por la palabras "felicidad", "pasión" y "ebriedad", que tan hermosas le habían parecido en los libros.
(Final del cap. V, Primera parte)
Esta cita puede resumir en pocas palabras al personaje Emma, joven y desilusionada con el matrimonio después haber crecido llena de expectativas alimentadas por los libros que desde pequeña leyó. Sin embargo, ella no es solamente un ave que busca ser libre, ya sea de su marido o de sus responsabilidades. Emma Bovary es un personaje complejo.

La decepción de que su marido no se comporte de la forma romántica (Romántica) que ella desea va sumiendo a Emma en el más grande aburrimiento. No se trata de un mal hombre desde el punto de vista objetivo. La adora, la venera, pero es tan campirano que Emma, enamorada de la idea que tiene del glamour de las grandes ciudades, no lo soporta. Conforme más avanza la novela más evidente es el desprecio que ella siente por él, y más grande el cariño que él siente por ella.

Emma Bovary nunca se comporta como una heroína desde el punto de vista moral. Es egoísta, pesimista, ingrata, mala madre (sí, fue madre, y malísima), elitista y materialista. Difícil resulta empatizar con un personaje así, el autor parece no desear que nos identifiquemos con ella. Sin embargo, en muchos casos, los deseos de Emma parecen reflejar lo que muchos de nosotros queremos que sea la vida. No es poco común que en la actualidad las personas se sientan sumidas en la monotonía y el aburrimiento al igual que ella. Tenemos en común el deseo de emoción y aventura (a pesar de que Emma considere que la emoción y la aventura deban provenir directamente de la pasión amorosa). Pero la forma de actuar de Emma no deja de ser indudablemente inmadura y negativa.

A su vez, los amoríos que va teniendo se sienten realistas en cierto grado, al menos en la manera poco romántica en la que el narrador los retrata a pesar de la visión que tiene Emma de ellos. Flaubert escribe utilizando un narrador omnisciente, permitiéndonos conocer los pensamientos de casi todos, incluyendo a los amantes de la protagonista y sus verdaderas intenciones.

Más allá de el desprecio que siente por su marido, Emma no deja de comportarse ante él como una buena esposa de mediados del siglo XIX (al menos en un principio). Le remienda la ropa, cuida de la casa y nunca comunica a su marido su insatisfacción con la vida porque sabe que nunca la entendería, manteniéndolo feliz en su ignorancia mientras que él lee de manera pragmática todos los comportamientos de su joven esposa. En mi opinión (una nada profesional) no puedo no pensar que Emma sufrió de algún tipo de depresión o bipolaridad. Al dejarse llevar por sus emociones como una hoja por el viento parece una mujer con una estabilidad mental cuestionable.

Hay lectores que odian a Emma por ser tan egocéntrica, poco identificable y alejada de la moralidad. Hay quienes la aprecian como un modelo feminista al ser una mujer que no teme hacer lo que quiere. Hay quienes pueden en parte identificarse con ella por las causas que le provocaron insatisfacción con ciertos aspectos de la vida. Yo la valoro como un personaje bien creado, humano e interesante para mí como lector. A pesar de eso, el único personaje por el cual pude sentir algún grado de empatía fue su esposo, Charles Bovary (que no es el personaje mejor construido pero sí el más conmovedor desde mi punto de vista, a pesar de que todos lo crean un estúpido) (y sí, es estúpido),

Respecto a la escritura de Flaubert, es exquisita. No se me ocurre otra forma de hablar de ella más que con un ejemplo. Es así como describe la forma en la que Emma cae en la cuenta de que se ha enamorado por primera vez:
Creía que el amor debía llegar de repente, con grandes resplandores y fulguraciones; un huracán de los cielos que cae sobre la vida, la trastorna, arranca las voluntades como hojas y arrastra hacia el abismo el corazón entero. No sabía que en la terraza de las casas, la lluvia forma lagos cuando los canalones están atrancados, y así habría permanecido a salvo de no haber descubierto de pronto una grieta en la pared.
(Final del cap. IV, Segunda parte).
Sin embargo, a pesar del deleite que es la escritura, la narración se vuelve pesada y densa en muchos pasajes. A veces se debe a descripciones muy detalladas, otras a diálogos que no llevan a ninguna parte. Este es también un motivo por el cual hay lectores que odian esta novela: la falta de concentración en la acción. Para mí, fue esto lo que me hizo pensar abandonarla. 
En mi edición de Madame Bovary se incluyen en un apéndice tres fragmentos que le sugirieron a Flaubert que quitara, pues no hacían más que distraer y volver más lenta a la narración. Se tratan de diálogos, explicaciones y descripciones que duran páginas.
Aún así, dentro de la novela permanecen partes que no se relacionan a la historia central en absoluto. Por ejemplo, en las primeras páginas del libro se habla del primer día de clases del padre del marido de Emma. El autor concentra en escribir sobre sucesos específicos, como las veces en las que lo molestaban por su gorra. Pero ¿qué relación tiene eso con la historia? Y esto dura varias páginas. En mi primera lectura yo no tenía idea de a dónde llevaría eso. Después descubrí que a ninguna parte.

Y un detalle que tengo que mencionar porque sí: la primera palabra de la novela. "Estábamos". La historia empieza siendo contada en primera persona pero un par de páginas después (y creo que por una cláusula subordinada) la narración pasa a ser en tercera persona. Así que... deteniéndome a pensarlo llegué a la conclusión de que el narrador de la novela es un compañero de clase del padre del marido de Emma Bovary...  o no sé qué pasó allí.

El final, además, es... un final. No es feliz ni agridulce (al menos dependiendo que qué tan bien te caigan ciertos personajes). Tampoco lo considero triste (aunque cierto pasaje sí me amargó mucho). Es trágico, y punto. Al menos para unos personajes. Pero quizás lo más destacable es que al final te cuestionás quién es el protagonista, porque Flaubert se desvía del hilo principal como si a nadie le importara.


Para resumir, Madame Bovary es una lectura imprescindible por su calidad literaria, su belleza descriptiva, despliegue de personajes y su carga emocional, pero por momentos no es nada sencilla y las almas débiles se ven tentadas a librarse de su peso. Asegúrense de entrar a su lectura bajo su propio riesgo, pueden acabar sus páginas o maravillados por esa experiencia única en la literatura o aliviados por ese punto final.


Por último, quiero hablar de su adaptación al cine a cargo de Sophie Barthes. Solamente vi el trailer pero ya se ve malísima. Parecen querer hacer quedar a Emma como una víctima ingenua de la terrible sociedad con un marido antipático que no la ama. Si Flaubert quería que empatizáramos con Emma, lo hubiera intentado. Me emocioné al enterarme de que habían sacado una nueva película basada en el libro para que yo la pudiera ver en el cine pero esta justamente parece no valer la pena.
Y eso es todo.


Veredicto final: Lectura lenta, vital para amantes de la literatura, no recomendable para novatos.


><


Reseña originalmente publicada el lunes 8 de febrero del 2016 en mi blog anterior.



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