2016

Un pequeño balance sobre libros, escrito el 28 de diciembre del 2016 y oculto entre mis borradores hasta el día de la fecha:

Siendo sincera, en este año no me fue tan bien como quería respecto a la lectura. En la lista de lo que dejé atrás se apilan 19 libros, contando relecturas. No muchos fueron especialmente memorables, pero ninguno fue especialmente desastroso.

Agradezco a Madame Bovary de Flaubert por haberme introducido emociones y personajes tan humanos, a Lolita de Navokov por haber sembrado en mí un renovado aprecio por el encanto de las palabras, a La búsqueda del asesino de Robin Hobb por haberme hecho vivir una asombrosa experiencia de lectura cuando más la necesitaba.

En el plano negativo, como gran decepción del año podría mencionar a Aprendiz de asesino, de Robin Hobb. No porque sea un libro terrible sino porque no resultó ser el tipo de historia, de escritura y de mundo que esperaba. Entré a ese libro con la expectativa de encontrar algo similar a la saga de Martin, fue un error que afectó mi disfrute del inicio de la trilogía.

En lo que fue del año invertí unos mil pesos en libros, los cuales conforman un grupo de no más de 6 o 7 integrantes entre nuevos y usados. Mi biblioteca lentamente sigue expandiéndose con páginas que o ya leí o ansío leer.

Y no usé demasiado a la biblioteca, cosa que espero corregir en el futuro.

Hubo meses en los que no acabé ningún libro por placer. Hubo libros que debí forzarme para acabar y libros que abandoné en las primeras páginas. Hubo metas que no cumplí y hojas aún desconocidas en mi estantería. Pero ahora, en este simbólico nuevo comienzo, uno siente que tiene la oportunidad de dejar atrás ese pasado y escribir en una hoja limpia, libre de los borrones de tinta y casillas sin marcar acumulados mes tras mes.

Empecemos este año con el pie correcto.

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